¿Es rentable financiar un restaurante con conciencia ambiental?

El propietario de un restaurante desea llevar a cabo algunas reformas en su local y se pregunta si lo puede hacer de una manera que contribuya a la lucha contra el cambio climático. Puede que tenga una gran conciencia medioambiental, pero le asusta que esta decisión le genere gastos que no pueda asumir ni rentabilizar. Tal vez desista pensando que, al fin y al cabo, su negocio no genera tantas emisiones de CO2.

Lo que quizás descubra es que medidas como instalar paneles solares, colocar ventanas con aislamiento térmico, lámparas de bajo consumo, optimizar sus compras de producto o reducir su volumen de residuos van a permitirle un mayor ahorro y, por tanto, elevar sus beneficios. Seguramente el empujón que necesita para dar un paso adelante es conocer el coste-beneficio de su inversión.

En España existen casi 320.000 establecimientos de hostelería entre bares, restaurantes, cafeterías, colectividades, locales de ocio nocturno y alojamientos. El sector representa el 6,4% del PIB y la media de emisiones de sus establecimientos es de 92 kilos de CO2 por metro cuadrado y año. Aparte de tener la oportunidad de reducir drásticamente esta cifra, la hostelería puede desempeñar un papel clave porque propicia la corresponsabilidad de muchos actores pequeños y por la enorme influencia que puede ejercer sobre el conjunto de la sociedad. «El sector de la hostelería probablemente es la mayor red de influencers del país, o al menos la más extendida, porque es raro el pueblo que no tiene al menos un bar, por eso puede ser clave para difundir esa cultura de la corresponsabilidad», señala Víctor Viñuales, director de ECODES.

Cuidar el entorno como inversión

La gran pregunta que se hacen muchos hosteleros es si invertir en descarbonización es rentable. Son muchos y variados los beneficios que conlleva la acción climática: afluencia de consumidores concienciados con el medio ambiente; reducción de costes; mejora de la reputación; incentivos fiscales y subvenciones; o mayor resiliencia frente al cambio climático, un aspecto especialmente reseñable en aquellos negocios que tanto dependen del consumo de alimentos, agua y energía.

«Por eso las grandes empresas se descarbonizan: no sólo por razones medioambientales, sino también por razones económicas y de seguridad», sostiene Viñuales, que pone el ejemplo de un establecimiento que apuesta por instalar placas solares: «va a tener menos dependencia de los precios de la electricidad y el suministro». En su opinión, hay un triple interés en la financiación de proyectos climáticos en la hostelería: para el medioambiente, para el beneficio económico del hostelero y para la entidad financiera que hace negocio prestando dinero. Todos ganan.

Según Aitor Arteaga, Vicepresidente y Director de Ventas de Coca-Cola Europacific Partners en España: «La realidad es que la hostelería española no es un sector intensivo en emisiones, pero tiene un gran potencial en materia de conciencia climática. Por su capilaridad, la hostelería es el vehículo perfecto para implementar no solo un cambio a nivel estructural, sino también cultural. Los españoles somos muy de bares y restaurantes, hacemos vida en ellos. Por eso, la hostelería puede convertirse en gran ejemplo implementando medidas que reduzcan su huella de carbono».

Financiación para la descarbonización

La financiación de las iniciativas de transición hacia una economía baja en emisiones ha sido siempre una de los grandes retos de la lucha contra el cambio climático desde que se firmó el Acuerdo de París. Por este motivo, en 2021, seis años después de esta histórica fecha, un total de 450 grandes instituciones financieras de 45 países formaron la Alianza Financiera de Glasgow hacia las Cero Emisiones Netas, en el marco de la COP 26 celebrada en esta ciudad escocesa. Las entidades financieras firmantes se comprometían así a invertir 130 billones de dólares (112 billones de euros) en 30 años para descarbonizar la economía.

Entre los firmantes, había un banco español: BBVA, entidad que además es miembro del comité directivo global de la Iniciativa Financiera del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP FI por sus siglas en inglés). Hace algunos meses, la UNEP-FI celebró en Madrid su mesa redonda regional. En este encuentro, se puso de manifiesto la necesidad de canalizar la inversión no sólo en actividades y proyectos verdes, sino también en aquellos ámbitos donde es más difícil reducir el impacto ambiental.

Invertir para generar ahorro

Los proyectos de descarbonización y eficiencia energética en cualquier negocio implican una inversión inicial que permitirá generar ahorros a posteriori. Por ello, desde el área de Energía y Sostenibilidad de BBVA en España, Diego Cordón cree que «financiar estas actuaciones con una estructura específica permitiría que el ahorro que generan en esencia pague la inversión, de manera que durante su tiempo de vida de uso se pueda pagar una cantidad equivalente o incluso menor al ahorro».

Un negocio de hostelería que decide abordar un proyecto de eficiencia, electrificación o rehabilitación, necesita financiación para la inversión inicial. «Esa necesidad se puede estructurar a través de préstamos a largo plazo a la empresa o mediante financiación a nivel del proyecto, para separar la deuda de la inversión de la deuda de la compañía», explica Cordón.

Dentro de los inversores podemos distinguir varios tipos: Por un lado, las Administraciones Públicas, que pueden facilitar estas inversiones tanto a través de normativa como apoyando vía subvenciones y deducciones. Por otro, los inversores institucionales, fondos, etc. que pueden impulsar la acción climática como palanca para mejorar el valor del negocio a través de un ahorro de costes y una mejor percepción del mismo por parte de los clientes. Y, en tercer lugar, los bancos, que pueden optar por la financiación corporativa o a nivel de activo (financiación donde un tercero realiza la inversión a cambio de una contraprestación mensual), así como a través de la oferta de soluciones denominadas llave mano.

Acuerdo del BBVA con Hostelería #PorElClima

En este empeño por impulsar proyectos de descarbonización, BBVA y Hostelería #PorElClima, iniciativa impulsada por la Comunidad #PorElClima, Coca-Cola Europacific Partners y ECODES, han firmado un acuerdo que permitirá movilizar financiación de proyectos y medidas orientadas a la descarbonización de bares, restaurantes y otros establecimientos hosteleros.

Se trata de la primera vez que se pone en marcha un programa de estas características, abierto a bares y restaurantes de todo el territorio nacional y por el que podrán optar a financiación con el objetivo de impulsar la descarbonización de un sector tan relevante para la economía y sociedad españolas como es la hostelería.

Los establecimientos podrán acceder a condiciones ventajosas y tener acceso a asesoramiento específico por parte de personal especializado de BBVA,  así como a todas las soluciones diseñadas para pymes y autónomos, con condiciones especiales de este acuerdo. «Para Coca-Cola Europacific Partners es motivo de orgullo liderar, junto a ECODES y BBVA, una iniciativa pionera de este calado. A través de Hostelería #PorElClima vamos un paso más allá de nuestros objetivos y compromisos climáticos, llegando a nuestros clientes para ayudarles en el proceso de descarbonización. Nuestra ambición es lograr concienciar y acompañar no solo a nuestros clientes, sino al conjunto de la población sobre la necesidad de actuar contra el cambio climático» afirma Aitor Arteaga, y continúa: «Este acuerdo nace con la intención de ayudarles a mejorar sus negocios en términos de eficiencia climática y económica. Queremos compartir con ellos que la sostenibilidad es también una oportunidad de negocio».

El primer paso que han dado ECODES, BBVA y Coca-Cola Europacific Partners es desarrollar una iniciativa piloto para medir la huella de carbono de 200 establecimientos a través de la herramienta internacional Greenhouse Gas Protocol (GHG Protocol). «Cuando tienes una información precisa de las medidas que puedes tomar y el ahorro que te pueden suponer es mucho más fácil pasar a la acción», asegura Viñuales, quien indica que ahora el reto es llevar este análisis de estos 200 casos a los 320.000 bares y restaurantes que hay en España.

El director de ECODES es optimista porque, a su modo de ver, esos dos centenares de locales son los pioneros del cambio y serán un espejo en el que se mirarán muchos otros establecimientos para iniciar esa transformación. «Muchas veces hay una desconexión entre los discursos y la práctica concreta, por eso, con esta iniciativa, se pretende propiciar casos de éxito que sirvan de ejemplo a los demás».