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Impacto consciente | 11/03/2024

Por Dalia Alonso

La acción climática cuida el planeta y los bolsillos

Los pequeños gestos dirigidos a cuidar el medio ambiente también suponen un ahorro económico, tanto para las grandes corporaciones como para los pequeños empresarios y los ciudadanos de a pie.

Ahorro

En un mundo cada vez más consciente de la importancia del cuidado del medio ambiente, la industria de la hostelería se encuentra en una posición estratégica para implementar prácticas ambientales que no solo beneficien al planeta, sino que también generen ahorros económicos. Al adoptar medidas enfocadas en la eficiencia energética, el ahorro de agua y la gestión de residuos, los establecimientos hosteleros pueden no solo reducir su impacto ambiental, sino también mejorar su rentabilidad.

La hostelería es una parte fundamental de nuestra economía y de nuestra sociedad. En los bares y restaurantes pasamos gran parte de nuestro tiempo, y cada vez es más importante poner en marcha medidas que permitan ahorrar y reducir nuestra huella de carbono. Entidades como el Ministerio de Consumo animan a aprovechar los recursos de manera responsable y con conciencia, una recomendación que podemos trasladar al ir a nuestros bares de siempre.

El gasto energético es uno de los mayores problemas a los que la hostelería se ha enfrentado en los últimos tiempos

El cambio se produce con pequeños pasos, con gestos que a priori pueden parecer insignificantes, pero que poco a poco van dejando huella tanto en nuestro entorno como en el bolsillo. Desde el empleo de bombillas de bajo consumo y filtros para grifos que ahorran agua hasta el trabajo directo con proveedores locales o el empleo de envases hechos de material reciclado, existen decenas de pequeñas acciones que suponen una mínima inversión por parte del empresario y que, sin embargo, consiguen grandes resultados.

El gasto energético es uno de los mayores problemas a los que la hostelería se ha enfrentado en los últimos tiempos: la subida del precio de la luz ha provocado que los gastos se hayan disparado y estén ya casi al mismo nivel que los de personal. La implementación de medidas como el uso de bombillas LED en la iluminación, más baratas y además más respetuosas con el medio ambiente, se refleja directamente en la factura: puede suponer un ahorro de hasta el 75%. Del mismo modo, el empleo de termostatos inteligentes que mejoren la eficiencia de los sistemas de climatización conlleva un ahorro de hasta el 30% de energía. Estas medidas aumentan la rentabilidad de los establecimientos a corto y a largo plazo, ya que los sistemas eficientes suelen tener una vida mayor. Por ejemplo, donde una bombilla halógena duraba 3.000 horas, una LED puede tener un uso de hasta 50.000 horas.
El ahorro de agua también se ha convertido en uno de los principales objetivos de los negocios hosteleros, especialmente en aquellos lugares en los que este preciado bien escasea. Elementos como los reductores de caudal o los lavavajillas con etiqueta de eficiencia pueden ayudar a ahorrar en el consumo de agua hasta en un 50%.

 

La gestión correcta de los residuos se traduce en rentabilidad

Asimismo, la gestión correcta de los residuos se traduce en rentabilidad. Al no reciclar (un gesto tan simple como separar correctamente los desechos) desperdiciamos energía y recursos de manera innecesaria. Por ello es tan importante convertirlo en rutina en todos los hogares y establecimientos, incluidos los hosteleros, en los que, además, el reciclaje puede suponer un ahorro de costes de hasta el 35% anual, según un estudio de la consultora Expense Reduction Analysts (ERA).

Además de los beneficios económicos para los hosteleros debemos considerar el poder sociocultural de los bares y restaurantes a la hora de sensibilizar al gran público y normalizar esta clase de medidas. La implementación de estrategias de acción climática garantiza una visión positiva del establecimiento por parte de la comunidad, así como un aumento de la reputación en términos de marketing.

Hoy en día, con un consumidor más informado que nunca, las acciones climáticas son puntos clave que empujan al cliente a acudir a un lugar o a otro. Gestos como el trabajo con proveedores locales, el empleo de productos de temporada en los menús o la utilización de envases reutilizables en los servicios de comida a domicilio contribuyen a mejorar la imagen de la marca y aumentar el flujo de clientes, que cada vez buscan consumir de manera más respetuosa con el medioambiente. Según un estudio realizado por Ecovidrio y Eltenedor, el 74% de los españoles pagaría por ir a restaurantes más sostenibles, y 8 de cada 10 consumidores consideran que la hostelería debería aplicar por ley medidas de acción climática.

La puesta en marcha de acciones a favor del clima no es solo un beneficio medioambiental, sino una oportunidad para mejorar la cuenta de resultados. Medidas sencillas que pueden suponer un cambio notable a un coste mínimo.