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05/02/2025

Cuando el cliente prefiere asumir el coste económico para evitar el climático

La acción climática se ha convertido en un factor decisivo en el sector de la hostelería, impulsando a reducir el desperdicio alimentario y a implementar energías renovables en sus establecimientos. ¿Cómo están transformando sus prácticas para responder a una clientela cada vez más consciente?

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María Cuervo

La Climatería_Cuenta

El impacto del cambio climático se siente también en la gastronomía, cambiando hábitos y prioridades. De hecho, cada vez más comensales están dispuestos a pagar un extra por opciones sostenibles y responsables, como confirma el informe Sostenibilidad y Consumo 2024 realizado por el Observatorio Cetelem, que sitúa en un 53% los consumidores que pagarían más por estas opciones, siendo los más jóvenes los que destacan por encima de la media. Pero, ¿cuánto más están dispuestos a abonar los consumidores por opciones más sostenibles?

 En términos generales, uno de cada cuatro clientes concienciados con el medio ambiente reconoce que pagaría un 10% más del precio original a cambio de un producto o servicio respetuoso con el medio ambiente, y uno de cada diez destinaría entre un 10% y un 30%. Incluso, un residual 0,4% de los encuestados pagaría más de la mitad de su precio, según datos del primer Estudio sobre el futuro del e-commerce en España referido a los consumidores online, realizado por el IESE Business School y Veepe en mayo de 2024.

Esta preocupación creciente va más allá de nuestras fronteras y se está convirtiendo en una tendencia global. Así, más de la mitad de los consumidores en todo el mundo están concienciados con el medio ambiente o son proactivos a la hora de tomar medidas que cambien el rumbo del calentamiento global. Los más concienciados con el entorno son los ciudadanos de Europa del Este, con un 67%, seguidos de los europeos occidentales, en un 64%, según el estudio Who Cares, Who Does? de Kantar Media con datos de 2020. Además, los consumidores eco-resignados, es decir, los que no tienen interés por el reto medioambiental, disminuyeron en un 8% a nivel mundial respecto al año anterior.

Los hosteleros están recogiendo el guante de esta preocupación reciente, y el 82% de ellos ya ha implementado medidas para, por ejemplo, reducir el desperdicio de alimentos, ya que el 32% considera que es un factor decisivo en la elección de su establecimiento por parte de los clientes, según el Barómetro Food 2024 de la plataforma Enred. Esta tendencia refleja un cambio de mentalidad hacia una economía más consciente del impacto ambiental. Sin embargo, para responder a esta demanda, los establecimientos necesitan adaptarse, no solo por responsabilidad social, sino también como una estrategia para mantenerse relevantes en un mercado en evolución.

En este nuevo escenario gastronómico, la acción climática se ha convertido en una hoja de ruta fundamental para muchos establecimientos, que han comenzado a analizar su huella de carbono en los menús, ofreciendo a los clientes información clara sobre el impacto de cada plato. A través de acciones concretas como el uso de energías renovables, la gestión de residuos y la digitalización, los establecimientos pueden reducir su impacto ambiental y, al mismo tiempo, atraer a un consumidor dispuesto a invertir en un futuro más responsable.

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