Celler del Roser, se puede ser tradicional y pensar en el clima
La tradición y la acción climática pueden caminar de la mano. Enclavado en el corazón de Lleida, este restaurante combina la riqueza de la cocina local con un firme compromiso por minimizar su impacto ambiental, convirtiéndose en un referente de la hostelería responsable.
Líderes del cambio
Elena Vega
La gastronomía local habla sin tapujos de la identidad de una región, de su clima, de sus montañas y ríos, así como de su gente. Es un viaje a través de la cultura con recetas que hablan sobre tradiciones e historia. El arte de cocinar es una disciplina en continuo cambio y adaptación, algo que saben muy bien en Celler del Roser, un emblemático restaurante que desde 1992 no ha dejado de reinventarse desde la tradición de la gastronomía catalana.
Desde hace más de tres décadas, Celler del Roser es un refugio para aquellos que quieren disfrutar de la gastronomía local manteniendo el respeto por el entorno natural. Este restaurante, situado en el corazón de la ciudad, ha sido galardonado en la primera edición de lospremios Sin Huella por su compromiso con la preservación del planeta y la descarbonización del sector.
Innovación y tradición al servicio del planeta
La innovación y la acción climática coexisten sin comprometer la autenticidad de la cocina tradicional, siendo un ejemplo de adaptación a nuevas necesidades y demandas de un consumidor cada vez más concienciado con la emergencia climática. Desde su fundación, el Celler del Roser ha sido un referente gastronómico en Lleida, reconocible por su exquisita cocina tradicional catalana que no teme integrar elementos innovadores en su carta. Esta apuesta por los alimentos locales, además de aportar coherencia a su identidad tradicional, también actúa como garantía de frescura y conciencia ambiental. Al invertir en ingredientes de proximidad, el restaurante colabora con los productores locales y minimiza las emisiones de carbono asociadas al transporte de alimentos. Un paso al frente para combatir la contaminación atmosférica, ya que, según Naciones Unidas, se estima que consumiendo alimentos de temporada se pueden llegar a ahorrar hasta 1,1 toneladas de emisiones de carbono anualmente por persona. «El Celler del Roser es un referente en el territorio por su cocina local, y queremos utilizarlo como altavoz para concienciar y sensibilizar a la población para que sea más respetuosa con el entorno», afirma Montse Guardiola, chef y propietaria del restaurante.
Montse Guardiola, chef y propietaria: «El Celler del Roser es un referente en el territorio por su cocina local, y queremos utilizarlo como altavoz para concienciar y sensibilizar a la población para que sea más respetuosa con el entorno»
Un restaurante denominación de origen
Otro de los elementos que distingue al Celler del Roser es su amplia oferta de vinos locales D.O. Costers del Segre. Estos vinos, que reflejan la singularidad de las tierras leridanas, se enriquecen por la altura y la orografía de la región, aportando sabores auténticos que maridan a la perfección con su cocina. Desde 2023, Montse Guardiola es presidenta de la Ruta del Vino de Lleida, y lidera una apuesta firme por el enoturismo sostenible, avalada por la certificación Biosphere Sustainable Lifestyle. Esta es una acreditación del Instituto de Turismo Responsable (ITR) que reconoce la labor en la preservación ambiental del territorio vitivinícola.
En el Celler del Roser, esta visión del enoturismo sostenible se vive a través de experiencias que buscan conectar al visitante con la esencia de la tierra. Los comensales no solo degustan los vinos, sino que reciben una historia en cada copa, con etiquetas que cuentan sobre las variedades autóctonas, el clima y el esfuerzo detrás de cada añada. Además, el restaurante colabora activamente con las bodegas de la región en prácticas sostenibles, promoviendo visitas que resaltan el valor de la producción responsable, desde los procesos de cultivo y vendimia hasta el respeto por el entorno y las comunidades locales. La chef también ha impulsado iniciativas de turismo respetuoso, como rutas de cata a pie o en bicicleta, que permiten a los visitantes explorar los viñedos de una forma íntima y sin impacto ambiental.
En este rincón de Lleida, cada comensal saborea no solo la tradición, sino también la promesa de un mañana más responsable.
Más que compromiso
Detrás de las puertas del Celler del Roser, el compromiso con el medioambiente se siente en cada rincón y detalle de su espacio. Este restaurante ha implementado un sistema de climatización eficiente que combina energías renovables y ventilación natural para mantener una temperatura agradable sin consumir en exceso. Utilizan bombas de calor que permiten tanto la calefacción en invierno como el enfriamiento en verano con un consumo energético mínimo, apostando por una temperatura controlada que se ajusta de acuerdo con la ocupación del espacio, evitando así gastos innecesarios. Pero el verdadero salto lo dieron en 2020, cuando asumieron un reto más ambicioso: compensar las emisiones que no logran reducir a través de la plataforma CeroCO2, donde calculan su huella de carbono anual. Este esfuerzo protege la biodiversidad de la región al mismo tiempo que crea un puente entre la gastronomía y la conservación global.
Con el propósito de respaldar la economía local y apostando por productos que capturan el alma del territorio y reducen el impacto ambiental, cada visita al Celler del Roser se transforma en algo más que una experiencia culinaria: es un viaje hacia el respeto al medio ambiente, una inmersión en la hostelería del futuro donde cada plato refleja el equilibrio entre sabor, cultura y respeto por el planeta. En este rincón de Lleida, cada comensal saborea no solo la tradición, sino también la promesa de un mañana más responsable.