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Líderes del cambio | 27/05/2024

Por Carmen Toro

La Garganta y el camino hacia la eficiencia energética

Ubicado en el edificio que ocupaba una antigua fábrica de harinas de principios del siglo XX, el hotel y restaurante La Garganta mantiene un compromiso real con la reducción de la huella de carbono y el respeto por el medio ambiente.

La Climatería_Restaurante La Garganta

Puesto en marcha hace más de 50 años en la barriada de El Chorro, en Álora, el restaurante La Garganta es un complejo familiar que apuesta por la cocina tradicional malagueña, con productos locales y platos típicos de la zona, y con el compromiso de cuidar el entorno y el medio ambiente. «Tenemos que devolverle a la naturaleza todo lo que nos ha ofrecido, porque sin ella no somos nadie», afirma Fernando García, «Queco», su propietario. 

Compuesto por un hotel y restaurante ubicados en pleno Paraje Natural del Desfiladero de los Gaitanes, en la provincia de Málaga, La Garganta ofrece unas magníficas vistas naturales. Sus salones y terrazas regalan una panorámica única del célebre e internacionalmente conocido Caminito del Rey. Aunque su integración en el entorno es plena, no es solo eso lo que hace único a este complejo turístico. El establecimiento supone un modelo de armonía perfecta entre el desarrollo social, el medioambiental y el económico. Sus máximas son el respeto al paraje, la preocupación por el medio ambiente y el clima, y saber reconocer la importancia de las personas.

De una antigua fábrica a un local ecoeficiente

El establecimiento se ubica en el edificio que antes ocupaba una antigua fábrica de harinas de inicios del siglo XX –de la que ha conservado su estética y estructura originales– que le permiten una mayor integración visual con el entorno y ofrecer una experiencia integrada para disfrutar de forma conjunta del patrimonio histórico y del entorno natural.

Con una panorámica compuesta por riscos y vegetación, este negocio familiar, regentado por los hermanos García Bravo, trabaja con una filosofía ecoeficiente y con el desarrollo de energías limpias, lo que marida a la perfección con su propuesta gastronómica.

Este entorno potencia el respeto con el medio ambiente a través de la reutilización de sus materiales y objetos diversos con los que decoran sus instalaciones. Por ejemplo, algunos elementos del propio edificio y del entorno, como las antiguas bobinas de la central eléctrica o trozos de la escalera del Caminito del Rey, ahora son utilizadas como mesas. Los platos rotos en la cocina sirven para hacer paredes, muros o separadores. Se trata de ser creativos y reutilizar objetos, porque «cualquier cosa que entra en La Garganta, se queda dentro para siempre», asegura Queco, ejemplificando así su apuesta por la economía circular. Y a los materiales que no pueden darles una segunda vida útil, los destinan al reciclaje.

Y sobre los residuos que generan con su actividad, el negocio implementa la selección de residuos con cuatro espacios diferenciados en contenedores que ponen a disposición de sus clientes, por lo que involucran a todo el que entra en su filosofía de respeto por el medio ambiente.

Antiguas bobinas de la central eléctrica o trozos de la escalera del Caminito del Rey, ahora son utilizadas como mesas.

Más de medio centenar de acciones climáticas

Con el objetivo de minimizar al máximo posible las emisiones de CO2 de su actividad, el establecimiento ha puesto en marcha más de cincuenta acciones que le han permitido ahorrar hasta un 70% de energía. Entre ellas, están la instalación de placas solares para la generación de energía limpia y, también, para la obtención de agua caliente sanitaria. El uso de bombillas LED posibilita el ahorro energético, y la desactivación de las configuraciones stand by o la instalación de sensores de presencia consiguen un uso eficiente de la iluminación.

En el complejo turístico también están comprometidos con el ahorro del agua y, por eso, han colocado reductores de caudal en el 50% de los grifos o aprovechan el agua a través de sistemas antipérdida y dispositivos de doble descarga en los sanitarios. 

Queco García: «Tenemos que devolverle a la naturaleza todo lo que nos ha ofrecido, porque sin ella no somos nadie»

Cocina a base de proveedores locales

En La Garganta también están comprometidos con lo local y, por eso, seleccionan proveedores de cercanía hasta en un 40% de sus compras. Ponen en práctica una cocina fusión a base de esos productos de kilómetro cero, lo que les permite reducir sus emisiones de CO2 y, por lo tanto, su huella de carbono. Una práctica que supone la mejor demostración de que el cuidado del planeta no está reñido con ofrecer una gastronomía de calidad.

Como reconoce Queco, su razón de ser es proteger la naturaleza, que es «nuestra principal proveedora». Por lo que reducir el consumo de productos que generan residuos y proteger el medio ambiente es una de las principales marcas de la casa. Un respeto al paraje en el que también está plenamente involucrado todo el personal del negocio.

En definitiva, La Garganta representa la convivencia con el entorno, donde la naturaleza y su cuidado importan tanto como el éxito del negocio y la experiencia de los clientes. Pues, como asegura Queco: «se puede seguir adelante siendo respetuosos con el medio ambiente y también con las personas».

La Climateria_Restaurante La Garganta
La Climateria_Caminito del Rey
La Climateria_La Garganta