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11/12/2024

Estas son las medidas climáticas preferidas por los hosteleros

El reciclaje, el ahorro de agua o la eficiencia energética son solo algunas de las medidas que han transformado el sector de la hostelería. Pero ¿cuáles son las iniciativas climáticas más comunes entre los hosteleros?

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María Cuervo

La Climatería_Medidas

Con más de 210.000 acciones climáticas implementadas por 13.351 establecimientos en toda España, el sector hostelero muestra un compromiso claro hacia la sostenibilidad. Este dato, revelado por la Fundación Ecología y Desarrollo (ECODES), refleja un esfuerzo colectivo sin precedentes en el sector. Desde 2017, bares y restaurantes han tomado protagonismo en la reducción de su impacto ambiental, impulsados no solo por la responsabilidad social, sino también por una clientela que cada vez demanda experiencias más sostenibles.

Los hosteleros están cambiando sus hábitos y procesos para alinearse con prácticas más respetuosas con el medio ambiente. Desde el reciclaje y el ahorro de agua hasta la promoción de una movilidad más verde, la hostelería se adapta a un contexto en el que minimizar la huella de carbono es una prioridad. Pero, más allá de la intención, ¿cuáles son las medidas concretas que están adoptando estos establecimientos para contribuir al cambio?

Los tipos de medidas

La mayoría de las acciones climáticas implementadas en el sector hostelero se concentran en dos áreas principales: la eficiencia energética y la gestión de residuos, que representan cada una un 29% del total de las medidas adoptadas. Este enfoque responde a la doble necesidad de reducir el impacto ambiental y optimizar costes. En el ámbito energético, los establecimientos han invertido en sistemas de iluminación LED, electrodomésticos de bajo consumo y, cuando es posible, en energías renovables, para reducir su huella de carbono a la vez que alivian la carga de sus facturas de luz. En paralelo, la gestión sostenible de residuos se ha convertido en una prioridad, promoviendo la reducción de plásticos, la correcta separación de desechos y, en algunos casos, la transformación de residuos orgánicos en compost para agricultura local.

 

En un segundo nivel de importancia destacan la eficiencia en el uso del agua (18%), con grifos de bajo flujo, y el consumo responsable (12%), que prioriza productos locales y de temporada, reduciendo la huella de carbono del transporte. También se implementan acciones generales (9%) enfocadas en la concienciación y formación del personal en prácticas responsables para crear una cultura organizacional alineada con valores ambientales. Aunque en menor proporción, la movilidad sostenible (2%) se promueve con incentivos para clientes que utilizan transporte público o bicicletas y con servicios de reparto en vehículos eléctricos, lo que refleja una visión integral de sostenibilidad en la hostelería.

¿Qué acciones se ponen en marcha?

El sector de la hostelería ha implementado diversas medidas para mejorar su acción climática. Destacan principalmente la reutilización de envases de vidrio, con una implementación del 72%, y el uso de bombillas LED, adoptado por el 69% de los establecimientos. Otras prácticas comunes incluyen el reciclaje de vidrio, papel y cartón (58% y 57%, respectivamente), así como el uso de reductores de caudal en grifos y la colaboración con proveedores locales (ambos con un 57%). También se observa un esfuerzo significativo en el reciclaje de latas, bricks y botellas de plástico (53%), la regulación de la temperatura en refrigeradores y congeladores (53%), y la instalación de sistemas de detección de presencia para el encendido de luces (53%). Además, el 52% de los hosteleros evita el goteo de agua en grifos e inodoros, y un 50% utiliza sistemas de ahorro de agua en el baño. Sin embargo, medidas como el reciclaje de residuos orgánicos (43%) y el uso de productos reciclados (41%) tienen una menor adopción, aunque reflejan el compromiso creciente del sector hacia la sostenibilidad.

 

Los datos muestran que el sector de la hostelería en España está avanzando hacia medidas que reducen el impacto ambiental y aportan beneficios económicos. Sin embargo, aún queda camino por recorrer en la adopción de prácticas menos implementadas, como el reciclaje de residuos orgánicos y el uso de productos reciclados. Al analizar el impacto de estas acciones, el 34% de las medidas se encuentra en el nivel máximo de impacto ambiental (como la reutilización de envases de vidrio o la utilización de bombillas LED) seguido por un 36% de acciones con un impacto moderado (como la implementación de transporte sostenible o medidas de ahorro de agua), en el nivel 2. A pesar de estos esfuerzos, solo el 2% de las iniciativas se ubican en el nivel 3, lo que refleja una brecha entre acciones de alto y bajo impacto. Esta variabilidad en la implementación y el impacto de las acciones sugiere que, aunque existe una tendencia general hacia la acción climática, todavía hay margen para que los establecimientos adopten de forma más uniforme aquellas prácticas que pueden consolidar su compromiso con el medio ambiente.

 

Medidas de aplicación sencilla

En cuanto a las dificultades a la hora de llevar a cabo estas medidas, el estudio revela que las acciones más sencillas de ejecutar, que requieren menor inversión y cambios mínimos en la infraestructura, alcanzan un 48% de adopción, lo que evidencia que los hosteleros tienden a priorizar las iniciativas de fácil implementación. Las medidas de dificultad media también tienen una presencia notable, con un 26% en el nivel 2 y un 25% en el nivel 3. Sin embargo, las acciones que representan un mayor reto, ya sea por su coste o por los cambios estructurales que requieren, tienen una implementación mínima: solo el 1% de las iniciativas alcanza el nivel de dificultad 5. Este dato sugiere que, aunque el sector hostelero está comprometido con la sostenibilidad, aún existen barreras para la adopción de las medidas más complejas, lo que indica una oportunidad para el desarrollo de políticas de apoyo y financiación que faciliten la transición hacia prácticas sostenibles más avanzadas y de mayor impacto.

 

El compromiso del sector hostelero con la acción climática es evidente y cada vez más relevante en un contexto de cambio climático. Las acciones de bajo coste y fácil implementación lideran el camino: ahora el reto es impulsar aquellas medidas de mayor impacto que requieren una inversión y un esfuerzo estructural más significativo. La adopción de políticas de apoyo, incentivos fiscales y formación especializada podrían ser clave para ayudar a los hosteleros a superar estas barreras, permitiéndoles avanzar hacia una concienciación más profunda y efectiva. A medida que el sector se transforma, no solo responde a una demanda social creciente, sino que también se convierte en un actor fundamental en la protección del medio ambiente y en la construcción de un futuro más verde y responsable.

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